jueves, 31 de julio de 2014

Travesia Puerto de Valencia 2014

Mi primera travesía

Lo cierto, es que no sé porque iba tranquila. Creo que era porque no sabía realmente a lo que me enfrentaba, es decir, no era consciente de lo que me esperaba.
La noche anterior mi madre me preguntó "¿Qué haces mañana por la mañana?" Y yo le comenté que tenía la travesía. "Am si, lo he oído por la radio" me contesto ella. "Hay dos distancias ¿no? ¿Cuál haces tu?", me preguntó. "Hago la de 2000m, 2km nadando mamá". Silencio... "¿Y eso es preciso hija? ¿Sabes que había una de 750m Laura?" preguntó. "Sí mamá, si lo sabía" contesté yo.

Creo que ese tipo de conversación nos ha pasado a más de uno. Independientemente de la distancia que vayas a hacer, siempre alguien suele decirte ¿Y eso es necesario? Pues bueno no es necesario pero... es que quiero hacerlo. Y lo haces.

Así me fui a dormir el sábado por la noche, sabiendo además que tampoco iba a dormir demasiado.
Me consolaba el hecho de que era nadar y ya no tenía que coger luego la bici, ni correr. Una vez saliese del agua todo había terminado. Ese era el consuelo.

Lo único que había nadado en mar eran los 750m de los dos triatlones anteriores y en piscina 1500m seguidos pero no había hecho 2000m ni en piscina (para variar) porque la verdad es que nadando en una piscina de 25m me resulta muy pesado aunque también entrenas la psicología porque terminas pareciendo un hámster.

A pesar de todo y como he dicho al principio, llegué tranquila. No sé muy bien por qué motivo pero me sentía con confianza, no estaba nerviosa. Era un entrenamiento para el  Triatlón de Valencia, no pretendía hacer tiempo simplemente salir del agua y haber terminado me era suficiente.

Cuando saltamos al agua, estuvimos entre 5 y 7 minutos esperando a que diesen el pistoletazo de salida. Algo que personalmente y creo que a la mayoría les pasa, es que no nos gusta estar esperando dentro del agua, sin tener donde cogerte hasta poder comenzar. Si el agua ya suele agobiar, pues estar a la espera, dentro de ésta, sin nada donde cogerte... complica un poco las cosas. Aún así lo llevé bien.
Me puse por detrás para que nadie me cogiera, ni me molestara, ni me agobiara. Estaba tranquila, a lo mío. Iba haciendo respiraciones, sumergiéndome y subiendo, me iba manteniendo a flote intentando no gastarme mucho, me hacía la muerta... Como ya veis estaba la mar de entretenida.

¡Pistoletazo!
Al principio es lo peor sin duda alguna. Hasta que coges un ritmo, nadie te pega constantemente... Después ya coges la respiración, te concentras en el movimiento y poco a poco vas avanzando.
Cuando miré el reloj y vi que sólo llevaba 500 metros, pensé "madre mía la que te espera" pero estás dentro del agua y si quieres salir mi opción era si había terminado. No existía otra posibilidad en mi cabeza así que fui avanzando.


Hubo un momento en el que se hicieron dos grupos y me quedé delante del segundo grupo, no veía las boyas y no sabía por donde ir, de hecho pregunté a espectadores que muy amablemente me indicaron que siguiera recto hasta ver una boya amarilla.

Llevaba una chica cerca constantemente que al principio iba delante de mi pero que a los 1000m o así la adelanté, se quedó a mis pies y conforme íbamos llegando a meta notaba como se separaba para adelantarme y eso no podía consentirlo. Me sentía que no estaba desgastada, que llevaba un ritmo que me estaba resultando cómodo, así que iba apretando para que no me cogiera.
La había llevado detrás mucho rato y no podía permitirme que pasara delante de mi, hubiese sentido que había fracasado, independientemente del tiempo que hubiese hecho.

Conseguí entrar en meta delante y sentí que había hecho lo que tenía que hacer.
Mis sensaciones fueron buenas por lo que me da confianza cara a Septiembre.
Finalmente 41:08min no está nada mal. Intentaremos ir mejorando poco a poco.

Lo bonito de hacer estas cosas es echar la vista atrás y pensar en todo lo que ha pasado. Hace un año estaba preocupada por hacer mi primer triatlón, distancia super sprint, es decir, 350m y hace casi una semana nadé 2000m. Si alguien me lo hubiese dicho, le hubiese dicho que estaba loco.


Tuvimos una gran participación como club en la travesía. 20 componentes participamos en la travesía. Ya fuese en 750m o en 2000m.
¡Y por supuesto después tuvimos almuerzo!
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No sé que me espera próximamente...
Un abrazo,
Laura Chaparro.

sábado, 26 de julio de 2014

Triatlón de Pinedo y Castellón

Triatlón de Pinedo

Hace un par de meses competí en el triatlón de Pinedo. La verdad es que no estaba en mis planes pero ya saben, se apuntan todos o van la mayoría de los componentes del club y al final una, de miércoles a domingo cae y se inscribe. Y así es como sin comerlo ni beberlo me encontraba mirando al mar un domingo para comenzar un triatlón.


Lo cierto (y no engaño a nadie), es que últimamente he estado haciendo menos deporte, ya sea por trabajo o por lo que sea, diferentes horarios cada semana... Me ha estado costando llevar alguna pauta clara cada semana, por simple que fuese y realmente he ido improvisando día a día.

Me inscribí un miércoles (último día para poder inscribirse) y la prueba era el domingo. Así a lo loco, sin pensar. Al menos esa semana iba a coger un día la bici y la semana anterior también la había cogido un día.

Para poneros en situación...Tenía que nadar 750 metros en el mar cosa que no había hecho ni en piscina de forma seguida y mucho menos en el mar. La última vez que me había tirado a nadar al mar había sido el año pasado. Iba sin neopreno aunque afortunadamente tampoco fue necesario pues una vez comencé, el agua ya no me pareció fría. Vamos que no iba en las mejores condiciones.

Cuando estaba a la espera de la salida femenina comencé a ponerme muy nerviosa, incluso quería llorar. Los pies en la orilla del mar, sentía como venían las olas y el agua me resultaba fría. Miraba las boyas y me parecían muy lejanas. Comencé a agobiarme muchísimo. Fue entonces cuando una participante de una salida anterior a la mía se retiraba con la mano en el pecho y pensé "dónde me he metido...".
Constantemente me preguntaba "¿Por qué me he inscrito?" No os imagináis las veces que me hice esa pregunta, pero allí estaba, a punto de llorar.

Dieron la salida, corrí hacia el agua y cuando ya el agua estaba suficiente alta comencé a nadar. Me daban por todos los lados, eso solo hizo complicar más las cosas. Comencé a agobiarme mucho más, no estaba nadando como lo solía hacer, llevaba la respiración fatal, las pulsaciones las notaba por las nubes y a penas había recorrido 100 metros, así que me acordé de esa chica que minutos antes salía del agua con la mano en el pecho y pensé en salirme yo también.
Retirarse siempre es el camino más fácil y supongo que tu mecanismo de supervivencia busca una salida para dejar de sufrir tal y como me estaba pasando. Pero... eso de retirarse... no podía hacerlo. Así que mientras me lo planteaba y lo decidía seguí nadando. Sin comerlo ni beberlo había llegado a la primera boya y comencé a controlar la respiración. Si ya había llegado a la boya, no podía salirme ahora porque hubiese sido una tontería. La distancia de la boya a la orilla la tenía que hacer igual, tanto si seguía como si me retiraba, salvo que si seguía debía ir a la otra boya y hacer una linea recta, así que pensé "ahora ni de coña me retiro, termino seguro".
Yo sabía que una vez saliese del agua ya estaba hecho.


Salí del agua, cogí la bici y me sentí genial. El recorrido era llano salvo que con demasiada rotonda pero hicimos buen grupo femenino (algo nunca visto pues siempre somos tan pocas que siempre nos toca ir solas), pero como el circuito en bici era corto nos pudimos agrupar. Me sentí fuerte en bici.

Al dejar la bici y comenzar a correr sentía que iba muy despacio y se me hizo un poco larga la primera vuelta, la segunda vuelta de la carrera a pie mucho mejor, pues ya sabía que llegaba y pude aumentar ritmo y sprintar al final, donde pude coger a la chica que iba delante de mi a unos 30 metros.



Finalmente quedé 2ª categoría sub-23. Sólo competíamos 4 en esta categoría. Y si no recuerdo mal 16ª-17ª de la general femenina. La verdad es que me sentí bien y terminé contenta al ver la clasificación.

Triatlón de Castellón

El triatlón de Castellón fue muy diferente.
Cuando llegué al agua me sentía tranquila, había nadado un poco más semanas antes y ya había nadado en mar en el triatlón de Pinedo así que me sentí con más confianza, esta vez sabía que lo podía hacer. Ya lo había hecho antes así que esta vez no iba a ser menos.
Creo que esa confianza hizo que nadase así. Me sentía rápida, adelanté a varias chicas y cuando vi gorros blancos (chicos que habían salido 3 minutos antes que yo) me sentí todavía con más fuerza.


Así que nadando hice muy buen tiempo.
Cogí la bici y se me hizo dura pues prácticamente fui sola todo el circuito y en las vueltas soplaba el aire de cara y veía como mi velocidad disminuía inevitablemente pero aún así me sentí bien.
Al dejar la bici y calzarme las zapatillas noté como mis piernas no iban, sentía mucho calor encima y creo que me bajó la tensión.
Solo puedo decir que sobreviví a la carrera a pie. Solo quería llegar. Todavía me pregunto como llegué.

Así que se me quedó un sabor agridulce, así como al comenzar me sentí muy bien nadando y en bici también, corriendo me sentí fatal y fue la última sensación que tuve.


Sin duda alguna cada triatlón es un mundo y cada uno lo siente de una manera. Dos triatlones con la misma distancia y sensaciones totalmente contrarias en cada disciplina (salvo la bici que siempre se suele salvar).

El domingo 27 de Julio, travesía a nado 2000m en el puerto de Valencia que simplemente me servirá para el triatlón de Septiembre en Valencia (distancia olímpica, mi primer olímpico).
Nunca antes he hecho 2000m a nado, lo máximo han sido 1500m pero bueno, mañana veremos que tal las sensaciones. Espero respirar hondo, estar tranquila y sentirme en el agua como en Castellón.

Un abrazo,
Laura Chaparro.